En el marco de los trabajos prácticos desarrollados por profesionales cursantes de la maestría en gestión ambiental de la Escuela de Negocios de UCASAL, se desarrolló el trabajo de diagnóstico y lineamientos de integración socio-urbana en los barrios populares de San Agustín y San José en el municipio de San Lorenzo, en su área norte, en la provincia de Salta. La profesora Arquitecta María Fernanda Carrizo en la materia "Pobreza Urbana" viene aplicando la metodología participativa de la "Brújula" como instrumento de indagación de la realidad con sus alumnos de postgrado, logrando llevar del ámbito académico a la gestión pública formas innovadoras de realizar diagnósticos expeditivos de gran potencial para lograr consensos vecinales, especialmente entre grupos de distintos niveles socioeconómicos, dada la naturaleza participativa del proceso.
El municipio de San Lorenzo, es una villa veraniega de la ciudad de Salta que se caracteriza por la calidad de sus construcciones y respeto por el medio ambiente. Cuenta con una reserva natural, la Quebrada de San Lorenzo, que constituye uno de los principales atractivos turísticos del área metropolitana de Salta, atrayendo visitantes locales como turistas. Este recorrido atraviesa zonas protegidas de gran valor ambiental y paisajístico, junto a zonas de recreo y permanencia, estructurando un recorrido muy visitado que imprime una impronta de alto valor socioambiental, pero también características de riesgo. Pero en paralelo a este valor intangible del municipio, la presencia de barrios populares en zonas ambientalmente vulnerable suma una complejidad a la planificación y diseño de este municipio, demandando respuestas preventivas al riesgo de desastres, junto a una estrategia sistémica de integración socio-urbana.
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Barrio popular de San Lorenzo Norte |
Los modelos de integración socio-urbana posibles varían según la decisión política de radicar o relocalizar la población, las cuales dependen en buena medida de la preferencia de la propia población y el costo de la infraestructura sanitaria necesaria para asegurar estándares mínimos de manejo de riesgo y calidad ambiental. La aplicación de la metodología de la "Brújula" en este caso desentraña los factores estructurales que explican las causas de la pobreza de los residentes, aportando a la gestión local y provincial, insumos de políticas públicas que permiten abordar cuestiones de tenencia de suelo más flexibles, asociadas a la provisión de obras y servicios específicos que favorecen un arraigo poblacional complementariamente del manejo adecuado del riesgo. Esto es lo que se ha venido a denominar como resiliencia urbana y es un tema central tratado en la materia.
El trabajo interdisciplinario favorece la integración de saberes. El desarrollo de perfiles profesionales capaces de diagnosticar y desarrollar en paralelo soluciones técnicamente viables trabajadas y consensuadas con las poblaciones destinatarias y autoridades locales sensibles a responder con soluciones holísticas basadas en evidencias que demuestren la factibilidad de su implementación constituye en sí mismo un cambio de paradigma en la forma de enseñar el diseño de políticas públicas y también en la forma de implementación a través de autoridades a distintas escalas, tanto municipal como provincial.
Un aspecto fundamental de la metodología es la generación de índices e indicadores que vinculados a los Objetivos de Desarrollo Sustentable (ODS) permite sostener una discusión local tamizada con métricas globales que alinean contenidos globales. Esto es importante, sobre todo en lo relacionado con la discusión en torno al concepto de la resiliencia, en el cual de no mediar principios y valores relacionados con la solidaridad devienen en la narrativa del "salvese quien pueda" naturalizando las condiciones de exclusión y fragilidad de los residentes informales.
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